El hígado es el órgano interno más grande y la glándula más grande del cuerpo humano. El hígado juega un papel vital en muchas funciones corporales que van desde la producción de proteínas a través de la coagulación de la sangre y también regula los niveles de colesterol, glucosa y el metabolismo de hierro. Y filtrando continuamente nuestra sangre, el hígado desintoxica y limpia nuestros cuerpos. A excepción del cerebro el hígado es el órgano más complejo, por lo que mantenerlo en buen estado de salud es imperativo. Un punto único y muy positivo es que nuestros hígados son realmente capaces de repararse a sí mismos, lo que significa que, dependiendo de la causa del daño y si es detectada a tiempo, pueden de hecho hacer recuperaciones completas.
Algunos de los síntomas más comunes de las enfermedades del hígado se explican a continuación:
1.- Ictericia: Se trata del conocido " amarillamiento " de la piel. Todo tu cuerpo incluyendo a veces las uñas y los ojos adquieren un tono amarillo. Esto se debe principalmente a la acumulación de 'bilirrubina' que es un pigmento en la bilis. La bilis se hace en nuestro hígado, y es esencial en el proceso de digestión. Si tu hígado está teniendo problemas de filtrado de toxinas que se ingieren (ya sea a través del tracto digestivo, la piel o el sistema respiratorio) la bilirrubina se acumula en el torrente sanguíneo por lo tanto se converte en palidez amarillenta.
2.- Cambio de color en orina y heces: Mientras que los cambios de color pueden ser indicadores de muchos de los problemas en el cuerpo, a menudo es una señal clave de problemas hepáticos. Si te mantienes bien hidratado entonces la orina producida siempre debe ser de un color pálido tipo paja. Por ictericia sin embargo, una acumulación de bilirrubina puede manifestarse como un color mucho más oscuro de la orina. Un hígado con mal funcionamiento también puede hacer que tus heces se vuelvan pálidas, con sangre, o incluso negras. Conoce tu propio cuerpo y reconoce los cambios.
3.- Calambres estomacales e hinchazón: De nuevo, notando cambios es el punto clave. Si comienzas a tener dolores o cólicos en la zona abdominal que son persistentes, esto podría ser un indicio de que no todo está bien con el hígado. También se puede notar hinchazón constante o una sensación de tener gases; esto puede llegar a desarrollar la ascitis. La ascitis es la acumulación de líquido dentro de las paredes del abdomen, y causa exceso de presión en los pulmones resultando en dificultad para respirar. El tratamiento es invasivo y requiere drenaje del fluido por catéter.
4.- Sensibilidad en la piel: Un síntoma común es la piel hipersensible - excesivamente conpicazón o irritación al tacto. Algo de esto se puede aliviar con la aplicación de crema hidratante pero no va a mejorar sin tratar el problema hepático subyacente.
5 Reflujo ácido: Si sufres de ataques cada vez más frecuentes de reflujo ácido con indigestión, con o sin vómitos, estos son otros signos de advertencia de que no todo está bien y necesitas investigar más.
6.- Diarrea: Es evidente que esto puede tener muchas cosas como su causa, pero si se convierte en un problema más habitual de lo que podría ser es debido a un mal funcionamiento del hígado, ya que es fundamental para el sistema digestivo del cuerpo.
7 Fatiga general: No sólo estamos hablando de mucho cansancio aquí, sino más bien como la debilidad absoluta y el letargo general y constante. Si el hígado tiene exceso de trabajo, esto tendrá un efecto de golpe y lo cobra en el cuerpo entero. Si se combina este síntoma con cualquiera de los otros mencionados a continuación, debes buscar ayuda médica de inmediato.
8.- Repentina pérdida de apetito: Esto puede parecer un síntoma vago que a su vez podría ser el resultado de muchas condiciones. Pero la pregunta clave que hay que preguntarse es ¿tienes alguna otra de estas señales de advertencia? Esto a menudo no aparece hasta bastante tarde en el desarrollo de una enfermedad hepática, por lo que hay que buscar la opinión de un experto médico.
9.- Retención de líquidos: Comúnmente afecta a los pies, los tobillos y las piernas. La retención de líquidos se manifiesta como la hinchazón de la zona afectada. Si presionas el dedo en el área hinchada, la piel no se recuperara de inmediato y una huella de tu dedo estará allí durante unos segundos después de quitar la presión.
10.- Malestar general: Esto es difícil de describir, pero cada uno de nosotros debe estar en sintonía con nuestros propios cuerpos. De esa manera puedes realmente decir la diferencia entre unos pocos "días de descanso" y una sensación más general y subyacente de malestar. Esto se debe a que no todas las toxinas se están filtrando fuera de un hígado enfermo de manera eficiente y las toxinas que quedan flotando en nuestro cuerpo pueden manifestarse en dolores de cabeza, brotes en la piel, sequedad de la piel e incluso el mal humor característico.
Mantén tu hígado sano conociéndo tu cuerpo, reconociendo los cambios y hacer frente a ellos rápidamente. Esto le dará a tu hígado la mejor oportunidad de recuperación y la auto-reparación.
Traducción al español: equipo de Vida Lúcida www.lavidalucida.com
Toda la traducción con derechos reservados
Fuente en inglés: naturalcuresnotmedicine.com
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